En el mundo moderno difícilmente una persona física o moral se “escapa” de tener algún tipo de crédito. 

El mundo financiero ha evolucionado vertiginosamente y, cada vez, las diferentes entidades financieras nos ofrecen más y más productos como: 

• Tarjetas de crédito, débito y/o corporativas.
• Préstamos de nómina y/o personales, a 12 meses sin intereses.
• Créditos hipotecarios, automotrices, avío, quirografarios, simples, de corto y/o largo plazo, con gracia.
• Ventas a plazos.
• Arrendamientos puros y/o financieros.
• Cartas crédito.
• Líneas revolventes.
• Factoraje.
• Etcétera.

Y nosotros como buenos e ingenuos consumidores o clientes potenciales pensamos que ante tal avalancha de opciones solo necesitamos elegir un instrumento ofertado y ¡boom! aparecerá el dinero, plástico o depósito en nuestra cuenta… grave error. Una vez que decidimos “Sí buscar financiamiento”, debido a la necesidad que tenemos por liquidez, empieza una serie de trámites y la presentación de diversos formatos interminables para que la institución, como severo juez, decida si somos aptos o cumplimos con el perfil que tiene definido para otorgarnos un laudo favorable para nuestro crédito. 

Pero, ¿por qué sucede eso? ¿Qué ven las instituciones financieras cuando les solicitamos un crédito? Muy sencillo: ¡Ellas ven un riesgo potencial! 

Entonces, ¿qué hacer cuando realmente necesitamos recursos monetarios del sistema financiero? Sencillo: te compartiremos semana a semana tips con nuestra experiencia en el área financiera para que tengas una guía y puedas tomar mejores decisiones antes de buscar un crédito.  

El primer paso 

Decide qué tipo de crédito quieres, el plazo y la forma de pago que se adecuan a tus necesidades, el monto del mismo y su destino… Ah, y muy importante, cuándo lo requieres. 

Y si te estás preguntando por la tasa, ésta dependerá de tus respuestas a las preguntas anteriores, pero no te preocupes si ahora no puedes definirla, ya la abordaremos nuevamente más adelante. 

¿Dónde conseguir mi crédito? 

Lo más lógico y cercano sería pedirlo al banco o bancos donde tengas tus cuentas porque uno como cliente con varios años de antigüedad espera que lo atiendan con alfombra roja, de forma rápida y sin cuestionamientos, es más, hay quienes esperarían salir de la sucursal con el dinero en la bolsa apenas lo han solicitado. Sin embargo, los procesos de la banca han cambiado y, si bien antes todas las decisiones eran tomadas por el gerente de la sucursal, la realidad es que hoy existe una división para cada producto, lo cual complica las decisiones. Pero, regresando a la pregunta de dónde conseguir financiamiento, la respuesta es sencilla: Donde te brinden asesoría y un amplio abanico de opciones, que incluya bancos por supuesto. 

Este es el tipo de SOLUCIONES que te ofrece Garuza Consultores, una amplia gama de herramientas financieras y un trato amigable y cálido para la obtención de los mejores beneficios de tu financiamiento.